Musicoterapia.

Música para Dormir Bebes y Adultos | Música Relajante para Dormir y Descansar | Música de Relajación

La mejor música para dormir bebes, niños y adultos. Perfecta música relajante para dormir rápido.

Dicen que no hay nada mejor para relajarse que escuchar sonidos o música relajante.

Quien pudiera y tuviera todavía la virtud de dormir como los bebes y los niños cada vez que escuchan estos.sonidos tan relajantes?

Si eres capaz de sentir esta melodía y desconectar hasta el punto de sentir como tus miembros y todo tu cuerpo se eleva hasta dimensiones insospechadas es que lo has conseguido!!!

Espero que disfrutes con los sonidos más maravillosos del cosmos.

Feliz Día!!!!

Todas las Razones que Necesita para Hacer Meditación y Ejercicio Físico

Meditación en la playa

A primera vista, la meditación y el ejercicio físico pueden pertenecer a polos opuestos.

En la primera actividad, te sentarás en silencio sobre un cojín, básicamente para no hacer nada. En cambio, durante un entrenamiento con ejercicios variados, tu cuerpo se habrá movido más que durante todo el día. ¿Pueden tener algo en común?Desde mi experiencia, más de lo que piensas.

Nos despiertan

Sentir vida

En la meditación ponemos mucha atención en el modo en que respira nuestro cuerpo. Cada vez que nos distraemos durante una sesión de meditación, significa que nuestra mente está en otro lugar, y cuando vuelve en sí, nos sentimos más vivos que antes. Estamos sintonizando a nuestros sentidos, despertando al presente. Por otro lado, cuando hacemos ejercicio físico, tenemos la oportunidad de sintonizar nuestro cuerpo y sentidos para sentirnos plenamente vivos. Después de una sesión de actividad física nos sentimos más despiertos y activos, esa es la sensación de la que os hablo.

Nos hace mejores personas

La amabilidad y gentileza son importantes tanto para el ejercicio físico como para la meditación.

Eso puede parecer un poco contradictorio cuando se trata de hacer ejercicio. Sakyong Mipham, autor y director de Shambhala, una comunidad global de centros de meditación, dice:

“Si nosotros nnonos presionamos a nosotros mismos lo suficiente, no evolucionamos, pero si nos presionamos demasiado, podremos provocar una regresión o estancamiento. Lo que es suficiente hará que cambiemos dependiendo, eso sí, de dónde estemos y lo que estemos haciendo. En ese sentido, el momento presente es siempre una especie de principio”.

El esfuerzo y la disciplina no son los mismos que la agresión, que a menudo proviene de un sentimiento de descontento. Con una sensación de gentileza y amabilidad, realmente podemos ser amables con nosotros mismos, y eso se trasmitirá al exterior y a la gente que nos rodea.

No puede haber malestar ni dolor

Sin sentir dolor

El dolor no es un castigo, y el placer no es una recompensa.

Ambos son ocurrencias comunes. Sobre todo al principio, nuestras mentes y cuerpos no están acostumbrados a meditar o hacer ejercicio, por lo que nos mantenemos inquietos, incómodos o doloridos. De cualquier modo, hay sensaciones físicas a las que luego se les unen las mentales. Una sensación física puede ser: “Me duele la rodilla”. La historia a continuación podría ser: “Yo sabía que no debería haber esperado tanto tiempo antes de ejercitarme, y ahora estoy fuera de forma”.

Esta historia que nos montamos en la cabeza nosotros mismos, puede hacer que el dolor sea aún más agudo y duradero. Para la mayoría de nosotros, la respuesta y reacción automática cuando sentimos que un entrenamiento está siendo muy duro, es la de facilitar cada ejercicio para hacerlo más liviano. Lo mismo puede decirse de la meditación. Si comenzamos a sentirnos incómodos, irritados, con picores, etc., podría ser una señal de la mente por no estar acostumbrada a la tranquilidad. Pero hay que volver al concepto de gentileza, y seriedad para sentirnos mejor fuera de nuestra zona de confort.

El equilibrio es la clave

Equilibrio

Esto se aplica a todos los elementos físicos y mentales de ejercicio y meditación. Una buena postura en meditación no debe ser ni demasiado forzada ni lo extremadamente suelta. Si estamos relajados, lo estamos en un término medio. En la mayor parte de un entrenamiento, la mejor forma de actuar es cuando estamos relajados pero siempre alerta a cualquier cambio brusco que pueda surgir. Si estamos demasiado tensos, podríamos sufrir alguna que otra lesión. La próxima vez, tened muy en cuenta el grado de tensión o relajación de vuestro cuerpo y mente, así como el compromiso y la intensidad.

Son actividades complementarias

Crecimiento cuerpo y mente

Sin una mente sana, es muy difícil desarrollar un cuerpo sano, y un cuerpo saludable crea equilibrio para apoyar la evolución de una mente cuerda. Sin embargo, es importante señalar que, a pesar de sus similitudes, no son lo mismo. Si bien un enfoque meditativo definitivamente no se puede aplicar a la hora de hacer ejercicio físico, no hay reemplazo para la meditación.

Cuando nos evadimos estamos dando el espacio necesario a nuestro cuerpo y mente para sentirse relajado y familiarizarse con cualquier elemento etéreo de nuestro alrededor.

Como veis, algunas de las razones son obvias, pero con otras debemos mirar más en lo profundo de nuestra mente. Ambos conceptos son válidos para mejorar tanto como persona como a nivel espiritual.

UNA ILUSION

Creo que cuanto más feliz se es más ilusiones tienes. Cuanto más se cumplen más engrandecer, más luchas por conseguir lo siguiente.

Si me sigues hace tiempo, verás que siempre repito que hay que luchar por conseguir lo que te hace feliz, por no decaer por esas piedras con las que siempre tropezarse en tu camino y que tienes que ser capaz de convertirlas en pequeñas «chinas» que te enseñen y ayuden a seguir luchando para alcanzar tu meta, que siempre tienes que tener presente y que esta allí delante aún cuando a veces no las veas.

Aquí os dejo algo que escribí en un momento de inspiración, que hace que no pierda el norte en este camino que recorro para conseguir mi plena felicidad y que se que tarde o temprano conseguiré.

Espero que os guste:

Una Ilusión

Y pienso….

Si no serás una mera ilusión!

Si todos estos años esperándote,

No son parte de ese sueño que tengo, por algún día, poderte amar de cerca…

Y pasa el tiempo….

Y mis ganas se van olvidando de la victoria que busco….

Pero tu imagen vuelve a aparecer en forma de mensaje…

Y mis ganas y mis fuerzas por volver a lucharte resurge nuevamente.

Y me pregunto:(porque si, yo también dudo)

¿Hasta cuando lucharé?

Y vuelvo a responderme:

¡Hasta que consiga estar junto a ti!

(PD. LUCHANDO POR MIS SUEÑOS)

Como Evitar el Estrés

Controlar el estrés es un proceso natural que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno; pero resulta perjudicial si es muy intenso o se prolonga en el tiempo.

Cómo hacer frente al estrés

Infografía: Cómo hacer frente al estrés

No hay fórmulas para curar el estrés, pero lo que sí podemos hacer es reducir las situaciones de sobrecarga. Para ello, se deben programar las actividades para evitar que se acumulen y se conviertan en catástrofes. Aquí tienes cómo lograrlo para conseguir hacer frente al estrés:

  • Delega responsabilidades: Aprende a decir ‘no’ a aquello que no se pueda cumplir. El primer paso pasa por respetarte, tener un diálogo interior positivo y amable con uno mismo.
  • Establece prioridades, y no te preocupes de las cosas que no se pueden controlar, como por ejemplo el clima. Escribe en un papel o agenda electrónica aquello que te preocupa tanto, es la mejor forma de visualizar los problemas y trazar un plan para resolverlos.  
  • Intenta ver los cambios como algo positivo y no como una amenaza. Pedir ayuda a los amigos o familiares y, cuando sea necesario, dirigirse a profesionales. Y cuando las cosas se tuerzan intenta sonreír, un simple gesto que puede reducir la tensión y mejor tu respuesta al estrés.
  • Apóyate en tus seres queridos. Pídeles ayuda si crees que la necesitas, y no finjas que estás bien, porque la impostura te puede provocar más ansiedad todavía. De hecho, alguien de tu alrededor puede entenderte mejor y quizá compartir tus mismas sensaciones.
  • Aprende a relajarte. Una forma de relajación: recostarse sobre una superficie plana, colocando una mano sobre el estómago, y la otra en el pecho. Inhalar aire al mismo tiempo que el estómago se hincha, y exhalarlo mientras el estómago baja. Hazlo de forma lenta, repetir mientras lo haces una frase a modo de mantra puede ayudarte a concentrarte.
  • Practica ejercicio físico todos los días de forma moderada. Ya sea un relajante paseo o un entrenamiento que te haga sudar, el deporte te pondrá de mejor ánimo y permitirá a tu cabeza descansar por unos instantes.
  • Desconecta con música. Ponerte unos cascos o subir el volumen de los altavoces mientras cierras los ojos puede ser una gran opción para desconectar del estresante mundo que nos rodea y disfrutar de los poderes de una buena sintonía relajante.  
  • Inspira naturaleza. Salir al aire libre y respirar aire puro puede ayudarnos a poner las cosas en perspectiva. Si además aprovechas para practicar alguna actividad o incluso olfatear el aroma de alguna planta de efectos calmantes, como la lavanda, mejor que mejor.
  • Duerme lo suficiente. Si no descansas bien sin motivo, consulta cuanto antes con un especialista. Dormir menos de ocho horas o las horas mínimas para que tu organismo descanse puede hacer que tus nivel de cortisol se disparen. Mejorar tu descanso o tomar siestas puede reducirlos.
  • No te automediques, ni para relajarte ni para dormir. Intenta controlar tu tensión con alguno de los consejos que te ofrecemos y seguro que en poco tiempo conseguirás controlar el tenido estrés.

Alcanzando la Felicidad

En pleno siglo XXI, quien por desgracia manda es el dinero….

Todos sabemos que, un buen nivel adquisitivo es lo único que necesitamos para «ver cumplidos todos nuestros sueños». Es triste decirlo y más comprobar que esto, por desgracia, en casi todos los casos es así….

No es que sea de esas personasquw solo piensan continuamente en ello, pero hay que decir que es muy difícil ser plenamente feliz si no tienes un plato de sopa en la mesa…

No lo creéis así?

Aún así, nunca deberías dejar de perseguir tus sueños, objetivos, metas (como quiera que llames al deseo de cumplir lo que piensas que más bienestar te porta)

Asique te encuentres en la situación que te encuentres no cejas nunca de luchar por lo que sea que te haga feliz.

Como Conseguir Tu Felicidad

Tenemos claro que solo nosotros mismos podemos buscar y encontrar nuestra propia felicidad, y sobre todo entender que está no vaya vinculada a ningún otro ser que no seamos nosotros mismos, pero si además podemos tener unas pautas para saber como conseguirla…. ¿No será mucho mejor?

Aquí os dejo las que a mi me sirvieron para empezar a cambiar mi vida. Espero que os ayuden y os sirvan:

9 maneras de alcanzar la felicidad

  1. Ten muchos amigos. …
  2. Apunta cada día las cosas buenas que te han ocurrido. …
  3. Evita la rutina: compra experiencias. …
  4. Anticipa tu felicidad. …
  5. Busca el amor. …
  6. Sonríe. …
  7. Busca entornos azulados. …
  8. Persigue objetivos vitales.

Y sobre todo y lo más importante…

Sueñaaaaa!!!!!!

Reencuentro

… y regreso para escribiros… y me cuesta tanto concentrarme… no hago más que peguntarme: y después de tanto tiempo como consigo reconectar con mis seguidores, con mis lectores, con esas personas que… “simplemente pasaban por aquí”….


No pondré excusas de esas de… la situación mundial o el estado actual del país…. De eso ya se encargan los demás.
He de decir que en todo este tiempo os eche de menos y no pocas veces, me venían ideas y palabras que quería plasmaros pero que quizá por tiempo o quien sabe si por desidia quedaban durante unos minutos en mi cabeza y después volaban. Debería haberlas apuntado como hago en este momento…. No quiero volver a perderlas. Ya las plasmare cuando amanezca.


Bueno, para una nueva introducción después de tanto tiempo, quedo muy bien no?


Sigo durmiendo mañana hablamos, (osea dentro de unas horas), y pasado y al otro… y al otro y al otro….

Feliz dia a todos estéis donde estéis.

LLEGO LA HORA DE EMPOLVARLO DE NUEVO

Alguna vez os habéis preguntado porque todo el mundo enseña lo bonito de la Navidad, que alegría nos da montar belenes árboles ver los espumillones las brillantes luces y los colgantes adornos hasta los regalos debajo del árbol que duran solo una noche y nadie hace una oda el momento de recoger todo toda esta felicidad que para la mayoría nos cuesta un mes o más?.

Pues yo hoy quiero hablar sobre ello y me diréis: Raquel que tema más triste!….

Bueno según como se interprete, para mi es el fin de algo bonito placentero que aporta ilusión pero también el cerrar un ciclo y no voy  a volver a que este año 2020 fue nefasto porque ya lo sabemos y lo hablamos todos.

Y realmente para lo que escribo es para animar y visualizar que todo este proceso es parte de aceptar que hay que seguir adelante y hacerlo con la mayor energía posible. Pese que en todos los medios digan que en el 2021 esto habrá acabado esta claro que solo no se va a ir y tenemos que seguir poniendo de nuestra parte además de no olvidarnos de vivir nuestra vida que es la que en primer término deberíamos cuidar.

Y tras todos estos consejos os dejo que discrepe sobre lo que escribo y penséis que la alegría o la tristeza son totalmente relativos y en el único rincón donde debéis buscarla es en vuestro corazón.

Procrastinación

Soy de las que opina que solo se debe procrastinar cuando se sabe hacer. No se puede sacar nada positivo si no eres capaz de ver que todo lo que pospones es por algo que te cree bienestar y tener presente que después debes terminar lo pospuesto. Es la única manera de no llegar a desencadenar depresión o estrés. ¿Que pensáis?

Pocas actividades tienen una mala prensa tan injusta como la procrastinación (es decir, el hábito de posponer tareas pendientes). Quizá se deba a que sus defensores nunca encontramos tiempo para explicar sus aspectos positivos: lo hacemos para ser más eficientes, creativos, racionales y felices.

Aunque también es cierto que procrastinar provoca malestar y ansiedad a largo plazo, además de suponer una pérdida de tiempo, de dinero y de productividad.

11 ventajas de procrastinar

1. Procrastinar permite dedicar tiempo y energía a tareas más importantes y creativas. Como explica John Perry en La procrastinación eficiente, mientras no hacemos lo que deberíamos hacer, podemos llevar a cabo otras tareas que nos gustan más y que nos salen mejor, y que son a las que de verdad queremos dedicar las mejores horas del día.

2. O al menos nos da tiempo para acometer trámites y gestiones que no haríamos si ese trabajo pendiente no nos amenazara. Como, por ejemplo, pedir hora en el dentista, comprar billetes de tren o, para quien trabaje desde casa, regar las plantas, limpiar las estanterías, planchar las camisas… Cualquier cosa vale hasta que no haya más remedio que comenzar o hasta que nos encarguen algo aún más desagradable.

3. Haremos nuestro trabajo de todas formas. Puede que el jefe se ponga nervioso, pero como no queremos que nos despidan, lo entregaremos a tiempo, aunque sólo sea porque no queda otra salida. Además, de forma aceptable.

4. Y puede que incluso salga mejor. A veces no procrastinamos porque nos dé pereza ponernos a trabajar (o no sólo por eso), sino porque necesitamos tiempo para organizar nuestras ideas y saber qué queremos decir y cómo queremos decirlo. Una vez tenemos esas ideas en orden podemos ejecutarlas de forma más rápida y con mejor resultado.

5. De hecho, Frank Partnoy, autor de Wait: The Art and Science of Delay, recomienda esperar el máximo tiempo posible antes de tomar una decisión, para poder procesar toda la información de la que disponemos y no tomar decisiones inconscientes antes de poseer todos los datos. Por ejemplo, asegura que las disculpas son más efectivas si dejamos pasar algo de tiempo.

6. De hecho, es importante dedicar tiempo (incluso en la oficina) a otras actividades. Hay relajarse y contar con periodos de descanso. El hecho de acceder a otros campos que no son nuestra especialidad (y que no tienen que ver con nuestro trabajo) nos permiten generar más ideas y ser más creativos.

7. Además, esos ratos de diversión nos ayudan a ser algo más felices. Y si somos más felices, también somos más productivos (y no al revés).

8. Procrastinar significa que amamos nuestro empleo. Jerome K. Jerome escribía en Tres hombres en un barco que le gustaba tanto su trabajo que “la idea de deshacerme de él casi me rompe el corazón”. Jerome aseguraba estar orgulloso de él: “Lo saco de vez en cuando y le quito el polvo. Nadie conserva su trabajo en tan buen estado como yo”.

9. Y si esperamos lo suficiente, a lo mejor nos libramos de esa tarea por hacer. Cuando archivamos un encargo en un cajón y nos dedicamos a otros asuntos, es posible que todo el mundo se olvide de él. Eso sí, hay que saber seleccionar bien esos caprichos inútiles que le parecieron buena idea a alguien durante una reunión y que todo el mundo ve claro que no llegarán a ningún sitio.

10. Es decir, en ocasiones no procrastinar supone desperdiciar tiempo y energía.

11. Procrastinar nos recuerda que el trabajo no es lo más importante del mundo. Vivimos en una sociedad que nos forma y entrena desde niños con el objetivo principal de conseguir un buen empleo. Pero en la vida hay muchas otras cosas y es importante ponerlas en contexto. Sí, necesitamos un sueldo. Y puede que nos guste lo que hacemos para conseguirlo. Pero no creo que nadie recuerde en su lecho de muerte aquel informe de gastos que le salió tan bien y que entregó dos días antes de la fecha límite.

Jaime Rubio Hancock

4 Creencias raíz que te limitan para tener éxito, dinero y amor

¿Te ha pasado alguna vez que las cosas empezaban a irte bien, que estabas teniendo por fin esa pareja con la que habías soñado, o empezabas a ganar más dinero de lo esperado, o estabas de repente teniendo éxito en tu trabajo… y de pronto ocurría algo –una pelea, discusión, una enfermedad o accidente repentino, o simplemente una idea negativa que se convertía en una preocupación insistente– y todos esos logros en el amor, dinero o trabajo desaparecían como por arte de magia?Como sabrás a través del blog de Saúl, nuestros antepasados tienen una enorme influencia en nuestra vida actual. No somos independientes, somos parte de un sistema o clan familiar. Nuestra familia, incluso nuestros ancestros más lejanos, nos han transmitido un sistema de creencias particular, algunas de las cuales son muy positivas pero otros nos limitan mucho. De estoy quiero hablarte en el post de hoy. De cómo puedes conocer esas creencias familiares arraigadas, de cómo descubrir cuál es tu creencia raíz principal que más te limita y te autosabotea.

El contexto: ¿Por qué nos cuesta ser felices?

En este artículo quiero hablarte de los 4 tipos de creencias raíz (aunque por supuesto existen muchas otras) que nos bloquean y sabotean a la hora de disfrutar de una vida plena. Pero antes un poco de contexto. ¿Por qué a los seres humanos nos cuesta ser felices todo el tiempo y disfrutar? La respuesta está en la supervivencia. Durante cientos de miles de años el ser humano ha tenido que luchar para sobrevivir. De hecho la esperanza de vida hasta hace un par de siglos era muy baja. Ya lo dijo Darwin: No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio. Y la vida en la tierra no ha sido tan fácil. Sólo el que evolucionaba se quedaba. Hasta hace muy poco en el mundo occidental hemos vivido guerras, escasez… y aunque por desgracia esto aún no ha sido erradicado de la sociedad de la que todos formamos parte, nuestra calidad de vida —pese a la contaminación y otros factores– es mayor, por lo que vivimos más años. Sin ir más lejos, España es uno de los países con mayor esperanza y calidad de vida en toda Europa, por su clima, su estilo de vida, su cultura y sobre todo la dieta mediterránea. Según los pronósticos y avances científicos y tecnológicos, cada vez viviremos más años, llegando a superar la cifra de los 100 años en un par de décadas más o menos. Y sin embargo nuestra mente, especialmente nuestro cerebro reptiliano, el que está enfocado en sobrevivir y no ser feliz, es el que nos mantiene en un constante estado de alerta. Heredamos de nuestros antepasados el miedo, los peligros, los infortunios, los traumas que ni siquiera conocemos, que se quedan impregnados en nuestro ADN.

Cuáles son las 4 creencias raíz de nuestra infancia:

Y ahora que ya sabes todo esto, paso a hablarte de las 4 creencias raíz que nos bloquean y sabotean nuestra felicidad y éxito en distintos ámbitos de la vida.  Creencia Nº 1: “Algo no está bien en mí” Ésta es una creencia muy arraigada, muy típica, muchos, por no decir la mayoría de los seres humanos, nacemos con ella. Y digo nacemos porque se trata de que traemos una culpa inconsciente, que no sabemos de dónde parte, y que nos hace sentir malos o no suficientes en esencia, poco merecedores, indignos… Esto puede tener por supuesto influencias religiosas que no tienen por qué ser nuestras, sino de nuestros padres, abuelos y bisabuelos que han vivido con miedo y para los que la palabra “pecado” era algo que temían y que pesaba sobre sus cabezas. Pero puede tratarse de algo mucho más concreto y específico. Aquí me refiero a algo que ya trabaja a fondo Saúl en su blog y sus formaciones online: proyecto sentido. Significa que aún antes de nacer, incluso en el vientre materno o en el momento de ser concebidos no fuimos deseados o hubo un conflicto en la vida de nuestros progenitores que éstos trasladaron al futuro bebé de manera inconsciente. Un niño que nace en un seno familiar donde hay conflictos en la pareja, si no ha sido deseado por uno o ambos progenitores, si su llegada al mundo supuso algún drama familiar o si lo nació en circunstancias adversas (por ejemplo una guerra o una difícil situación económica), lleva la carga inconsciente de que tiene la culpa de que su familia no sea feliz a raíz de su nacimiento. Puede que conozcas las circunstancias de tu concepción y nacimiento pero puede que no. En realidad lo que importa es que te preguntes honestamente: ¿me siento poco merecedor de éxito y no sé por qué? Si este es tu caso, trabajar con esta creencia sería de gran utilidad para ti.Desde el ego crees que hay algo malo en ti, desde tu Ser esencial reconoces tu perfección completa.Creencia No. 2: “Lealtad a mi clan” Esta creencia es muy potente también porque tiene que ver con el amor y la lealtad a tu familia, tanto la actual como la de tus antepasados que ya ni siquiera están vivos. Los lazos familiares son muy fuertes y como explica el transgeneracional, existen programas inconscientes que influyen directamente en multitud de acciones, pensamientos, creencias y emociones que traemos de serie. Además, el ser humano tiene una gran necesidad de pertenencia. El rechazo y la soledad es uno de los miedos más grandes que tenemos las personas. De ahí que sentirnos amados y aprobados por nuestro clan familiar es tan importante. ¿Pero qué pasa cuando esa lealtad a tu familia hace que no progreses en tu vida? ¿Qué ocurre cuando tener éxito en las finanzas supone ganar más que tus padres, hermanos o ancestros? ¿Qué sucede cuando en la historia de tu familia todas las mujeres se quedaban viudas y no eran felices en el amor o todas las relaciones acababan en ruptura y de repente tú estás gozando de una relación de pareja plena? A menudo nos ocurre que inconscientemente sentimos que estamos fallando a nuestra familia por tener demasiado éxito en ciertas áreas de nuestra vida y autosaboteamos el éxito mediante peleas, discusiones o miedos irracionales. Si ahora te has dado cuenta de que el área de tu vida que más saboteas tiene que ver con serle leal a tu clan, necesitas trabajarte esta segunda creencia para que no te bloquee en el futuro.El ego es fiel al clan, tu Ser esencial sabe que seguir tu corazón es la mejor manera de honrarlos.Creencia No.3: “Mi éxito es una carga para los demás” Esta tercera creencia es también muy común, conocida también como el miedo al éxito. En principio parece paradójico: todos queremos triunfar. Sin embargo alrededor de la palabra éxito existen muchas creencias limitantes y algunas de ellas tienen que ver también con nuestra familia. Tiene mucha relación con la primera creencia en el sentido de que si nuestro nacimiento (algo que debería considerarse un éxito: una nueva persona viene al mundo) ha sido visto como una carga (es decir, ha supuesto dificultades añadidas a nuestros padres, porque no tenían dinero, tiempo para nosotros o porque fuimos niños “difíciles”), entonces puedo asociar la idea del éxito con la idea de carga. Los seres humanos tenemos la capacidad de elegir siempre: puedo ver la parte positiva del éxito, así como la negativa. Es cierto que triunfar conlleva ciertas responsabilidades o visiblidad, por ejemplo a nivel profesional, pero soy yo quien decide si centrar mi atención en la parte positiva o la negativa. Si tienes miedo al éxito o lo consideras una carga, puedes indagar sobre tu nacimiento, sobre lo que significaste para tus padres… pero no te quedes ahí, recuerda que lo importante es trabajarte las creencias saboteadoras que detectes en ti.Tener éxito es vibrar alto, y la vibración se contagia convirtiéndose en inspiración para los demás.Creencia No.4: “Si tengo éxito en la vida, no dejaré a otros brillar” Aquí ya hablamos más de una creencia adquirida, especialmente en los primeros años de la infancia. A muchos nos enseñaron que no debemos brillar, que no debemos mostrar nuestra valía, que debemos parecer humildes, no destacar… porque si destacamos haremos sentir incómodos a otros. Así, algunos nos hemos pasado la vida en segundo plano, temiendo molestar a otros con nuestra luz, no mostrando nuestros talentos, rebajando nuestras cualidades y haciendo de la modestia más extrema nuestra mayor virtud. Es cierto que cuando brillas puedes molestar a alguien, pero esas personas seguramente no serán las que tengan que quedarse a tu lado. Es verdad que destacar tiene un precio y que a aquellos que no se permiten brillar tu éxito puede hacerles sentir inferiores. Pero lo que no podemos permitir es dejar de ser nosotros, porque en mi humilde opinión creo que todos hemos venido a brillar a este mundo. No me refiero a brillar en el sentido egoico, sino brillar con luz propia, mostrando lo mejor de nosotros al mundo, llevando nuestros talentos a los demás. Absolutamente todos tenemos talentos, capacidades, fortalezas… y reprimirlo sólo por el hecho de que pienso que a alguien le va a molestar, es totalmente absurdo. Al fin y al cabo cuando estemos despidiéndonos de este mundo, nos preguntaremos seguramente: ¿Ha valido al pena mi vida, he dejado este mundo un poquito mejor, he aportado valor a otras personas? Lo más doloroso sería arrepentirnos de no haber vivido nuestra propia vida por miedo al qué dirán, por miedo a la no aprobación de nuestra familia o porque nos hemos pasado la vida sintiéndonos un fraude o una carga para los demás. Si te soy sincera, personalmente yo me he pasado más de la mitad de mi existencia sintiendo todo esto. He tenido las 4 creencias juntas campando a sus anchas en mi subconsciente. Gracias a descubrirlas y transformarlas, mi vida cambió. Y estoy segura de que si te das el permiso, podrás también cambiar la tuya. Si quieres indagar en este tema, el blog de Saúl Pérez trata en profundidad las creencias de